The Arcadi Espada blog reports that after the Wall fell, there were queues of East Germans at many West German libraries to return the books they’d borrowed before 1961:
Todo son historias. Berlín es las mil y una noches noche y noche de este lado del tiempo y del mundo. Una de alemanes, de muro y de libros que me cuenta Cristina en el camino de Treptow. El cierre total de la frontera pilló a muchos berlineses desprevenidos. Y entre los asuntos pendientes estaban los libros prestados por bibliotecas del Oeste que estaban en poder de ciudadanos del Este. Ya no podían devolverlos. Pero los guardaron con sus papelitos. Pocos días después de caído el Muro había colas en muchas bibliotecas, y las formaban alemanes pacientes y fieles a sí mismos.
This is reminiscent of what Lenin said about Germans, revolutions and train tickets.
(Via Trevor and the El Blog del Futuro del Libro)